El editor independiente

El editor independiente, tal como lo definen los editores de la Alianza, es un editor “de creación” : mediante sus decisiones editoriales muchas veces innovadoras, su libertad de expresión, los riesgos que asume a nivel editorial y financiero, el editor independiente participa en el debate de ideas, la emancipación y el desarrollo del espíritu crítico de los lectores. Por eso, es un actor principal de la bibliodiversidad. Para abarcar en su complejidad y sus realidades diversas la noción de editor independiente, es preciso tener en cuenta tanto el entorno socioeconómico, como la perspectiva histórica y el contexto político. Los editores independientes en Chile, Francia, Benin, Líbano o India ejercen en un contexto específico que tiene un impacto directo sobre su actividad. Si bien las realidades difieren de un país al otro, aun así es posible coincidir sobre algunos criterios para definir lo que es un editor independiente. El editor independiente concibe su política editorial en plena libertad, de modo autónomo y soberano. No es el órgano de expresión de ningún partido político, religión, institución, grupo de comunicación o empresa. Tanto la estructura del capital del editor como la identidad de sus accionistas brindan información sobre su independencia : la adquisición de editoriales por grandes empresas que no están para nada vinculadas con el oficio editorial, y la implementación de una política de alta rentabilidad implican una pérdida de independencia y una remodelación de la línea editorial.

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