“Entrados ya en el siglo XXI, es difícil desvincular fines y medios: qué se dice y dónde se dice. Vemos así que muchas de las ideas y los escritos que buscan impulsar el debate, la creación y el pensamiento crítico, la justicia y la igualdad se publican en editoriales de grandes conglomerados con múltiples sellos editoriales. ¿Acaso los sentidos transformadores de dichas obras no tienden a anularse al entrar en el engranaje de la industria del entretenimiento? Como nos demuestran los hechos, las empresas transnacionales en sus distintos ámbitos de acción son la expresión misma del sistema que nos domina. Publicar con ellas, ¿no es acaso entregar, de una u otra manera, el mundo de las ideas transformadoras a quienes sientan las bases del modelo que criticamos? ¿No es acaso reforzar el control del gran capital sobre la palabra y nuestro cotidiano? Además, ¿es que podemos evitar preguntarnos cuáles son las inversiones entrecruzadas de los grupos empresariales que son propietarios de los sellos editoriales? ¿Son inocuos esos cruces?”
En esta carta abierta, las y los editores independientes proponen a todos los actores de la industria del libro reflexionar con ellos sobre sus prácticas y los impactos de éstas. En particular, apelan los autores, académicos e intelectuales a trabajar con proyectos que busquen transformar el orden de las cosas y no a consolidarlo, a publicar con editoriales independientes de sus países y optar por estas en otras latitudes y/o lenguas.
Mientras que el mundo sufre las consecuencias sanitarias, sociales y económicas de la pandemia, los ecosistemas del libro y las editoriales independientes son más vulnerables, incluso algunas de ellas luchan por sobrevivir. Si la solidaridad entre los creadores y los profesionales del libro es uno de los fundamentos de la bibliodiversidad, ésta es vital en el contexto actual.
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Esta carta está disponible en francés, inglés, árabe y portugués.